Continuando con el tema de protocolo de servicio descrito en la entrada anterior, acto seguido debe ser el marcaje de la mesa con las copas correctas para cada tipo de vino que se degustará.
Diferentes copas de vino.
La degustación de una copa de vino involucra casi todos los sentidos, la razón es que no solamente ocupamos el gusto, sino, además, el olfato y la vista. Resulta sorprendente saber que servir el mismo vino en dos copas distintas puede cambiar tanto su aroma característico, como la percepción de sabores al probarlo, por tal motivo existen diferentes tipos de copas para degustar vinos específicos y favorecer sus particularidades.
Antes de describir los diferentes tipos de copas de vino, es necesario conocer los rasgos presentes en una copa de vino adecuada:
Deben ser de cristal liso, transparente e incoloro, por muy atractivas que sean, no deben tener labrados o colores.
El cristal necesita ser extremadamente fino, aunque tenderá a romperse más fácil, se recomienda que su grosor sea de un milímetro a milímetro y medio.
Así como es importante el material con el cual está elaborada la copa, también lo es la forma con la cual fue labrada. Existen copas ideales para cada tipo de vino, incluso en la actualidad, ya podemos encontrar copas especializadas por estilo y varietal de cada bebida.
Tipos de copa.
Copas para vino espumoso.
Suelen tener forma de flauta alargada que permite acentuar una textura cremosa en el paladar, ya que el diseño de estas copas está pensado especialmente para mantener las burbujas y que a la vista sea un espectáculo la efervescencia.
En esta clasificación existen dos tipos de copas menos usadas en la actualidad:
Copa pompadour. Es baja en comparación a su gran abertura de la boca, lo cual, ocasiona que las burbujas desaparezcan rápidamente, por lo que no se recomienda para beber cava o champagne.
Copas vintage. Aunque cuentan con una estética sublime no se aconsejan para las catas, pues su cáliz es demasiado amplio y provoca que las peculiaridades del vino pasen desapercibidas.
Copas para vino blanco.
La copa clásica cuenta con un tazón en forma de U, Es más recta que la utilizada para el tinto, ya que de esta manera puede mantener la temperatura fresca, lo cual permite apreciar las cualidades del vino y mostrar sus aromas.
Por lo general, la copa para los vinos blancos más maduros será recta y alta con el propósito de distribuir el vino en los lados y la parte posterior de la lengua, esto permite degustar sabores más audaces.
Las dos principales copas para vino blanco son:
Copa tulipán. Pensada para resaltar el aroma a fruta, por su pequeño tamaño es de fácil manipulación, además tiene el pie más largo para evitar sostener la copa con la mano.
Copa chardonnay. Cuenta con una forma redonda que facilita la salida de las notas varietales, es decir, de la cepa de la que proviene el vino, de este modo se convierte en la copa perfecta.
Copas para vino tinto.
Por lo general, son más grandes que las empleadas para el vino blanco, esto posibilita sumergir la nariz en el tazón. Requiere de una superficie más grande que permita al vino entrar en contacto con el aire, así los aromas y sabores se vuelven más complejos.
Los principales tipos de copas de vino tinto son:
Copa burdeos. Es más alta y su tazón no es tan grande, está diseñada para vinos con más cuerpo como el cabernet sauvignon o merlot, debido a que su tamaño permite que se dirija directamente a la parte posterior de la boca y maximice su sabor.
Copa borgoña. Su forma de balón facilita el movimiento del vino dentro de la misma, esto beneficia además el desprendimiento del aroma; su fabricación es muy peculiar, ya que es una sola pieza de cristal de plomo en forma acampanada, lo cual permite que el vino respire.
Copa pinot noir. Es de gran tamaño, fue pensada para llevar el vino directamente hacia el paladar, su forma busca potenciar el dulzor o la acidez del vino.
Copa cabernet sauvignon. Resulta de fácil manipulación, lo cual, permite disfrutar el aroma y sabor del vino, debido a que suaviza los bordes ásperos.
Copas para vino dulce
Los vinos dulces suelen servirse con el postre, aunque existen diferentes tipos, hay una regla importante en común: el vino no debe ser más dulce que el postre. La copa es pequeña con el propósito de dirigir el líquido a la parte posterior de la boca, así el dulzor no abrumará.
Generalmente, estos vinos tienen mayor contenido de alcohol, por lo que una copa pequeña es perfecta para degustar una porción reducida.
Existen muchas otras copas más especializadas que incluso pueden contemplar exclusivamente la varietal con la cuál está elaborado el vino o simplemente que ofrecen un diseño moderno y fuera de lo común.
Lo importante es hacer una selección bajo el criterio del propósito de cada vino y el tipo de reunión.
En el siguiente apartado tocaré el tema del descorche y técnicas de servicio de vinos.
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