Todo winelover conoce que la clasificación principal de un vino será el color final que tenga el líquido, pero si buscamos otra clasificación general, podemos encontrar que existen los vinos tranquilos y los espumosos.
Los vinos espumosos son aquellos que, a diferencia de los vinos tranquilos, retienen una dosis importante de dióxido de carbono (CO2) disuelto cuando termina su elaboración. Este dióxido de carbono es el responsable de las burbujas que percibimos durante su consumo. Tiempo atrás, esta sensación se reservaba preferentemente a eventos formales que daban pie a la celebración.
El consumo de vino espumoso ha sido reforzado por la pandemia. La falta de grandes ocasiones formales de celebración hizo que el Prosecco y el Champagne, en particular, se bebieran de manera más informal en casa. En EEUU y Canadá, por ejemplo, el vino espumoso se considera mucho más adecuado para el consumo informal en casa que antes de 2020.
En función del procedimiento utilizado para obtener las burbujas podemos inicialmente clasificar los vinos espumosos en dos grandes grupos: gasificados y naturales.
Vinos espumosos gasificados.
En el primer caso, gasificamos un vino tranquilo mediante la inyección de dióxido de carbono de origen químico, en un tanque presurizado. Esta es la forma más básica, fácil y barata de conseguir burbujas.
Los vinos elaborados con este procedimiento industrial reciben el nombre de vinos espumosos gasificados y habitualmente son de inferior calidad o destinados a graneles. En el segundo caso hablaremos de vinos espumosos naturales ya que, mediante diferentes técnicas y procesos naturales, físicos o biológicos, las burbujas se consiguen a partir del propio vino.
“La diferencia en tamaño, consistencia y persistencia de las burbujas, que forman el dióxido de carbono integrado en el vino, marcará su carácter.”
Vinos espumosos naturales.
Los vinos espumosos naturales se elaboran desde hace muchos años, en multitud de zonas geográficas y con diferentes variedades de uva. Gracias a la gran diversidad de climas, suelos y variedades de las zonas de producción nos encontraremos con vinos de muy diferentes estilos. Destacan los siguientes estilos:
Método Ancestral.
Método Tradicional.
Método Transfer.
Método Charmat o Granvás.
Para finalizar esta entrada, te invito a continuar tu lectura para que conozcas en qué consisten los métodos de elaboración de vinos espumosos naturales.
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