A pesar de que se cree que Brasil es una región vitivinícola reciente, en Sudamérica se elabora vino desde el año 1500 gracias a la presencia de los frailes que llegaron al continente americano tras la conquista y que comenzaron a cultivar la vid y elaborar vino con fines religiosos.
Brasil, como otros países de América, también ha avanzado para ocupar un lugar relevante en la vitivinicultura del Cono Sur. La producción brasileña comenzó tardíamente, a partir de cepas llevadas desde las colonias españolas en el siglo XVII. Posteriormente, los portugueses realizaron diversos ensayos, sin éxito.
El clima tropical, predominante en la mayor parte del territorio brasileño, no resulta adecuado para la adaptación de la vid. En los siglos XVII y XVIII fue casi irrelevante la producción brasileña de vino.
Fue hasta la década de 1840 que se lograron los primeros éxitos en la adaptación de plantas traídas desde EEUU. Poco a poco la viticultura brasileña comenzó a avanzar hasta consolidarse, a principios del siglo XX, entre los principales centros productivos de América Latina, siempre debajo de Argentina y Chile.
De todos modos, en los últimos años se han logrado avances relevantes con las mejoras tecnológicas y la diversificación de productos, sobre todo los vinos espumantes. La zona de producción tradicional es la llamada "Sierra Gaucha".
Aprovechando los escenarios favorables como la Copa del Mundo de fútbol y más recientemente los Juegos Olímpicos, las estrategias comerciales y publicitarias del Ibravin (Instituto brasileño del vino) se centraron en el posicionamiento a nivel internacional de sus vinos, para lograr unas mayores exportaciones en el futuro ya que actualmente solo rondan el 6% de la producción de vinos finos.
Actualmente, Brasil produce dos tipos de vino según su normativa, el "vino de mesa" elaborado con uvas de peor calidad y el "vino fino" elaborado con vitis vinífera.
En 2015 ocupó el 16º puesto en importación mundial de vino en volumen y el 13º en valor, exactamente 82 millones de litros a un precio de 292 millones de dólares.
Ahora mismo es el 5º mayor productor del hemisferio sur, doblando las exportaciones del 2014 al 2015, siendo uno de los mercados que más rápido está creciendo. En el país hay una extensión de viñedos de cerca de 90.000 hectáreas, de las cuales 10.000 son de vitis vinífera, repartidas principalmente en 6 regiones vinícolas, con unas 150 bodegas que producen vinos finos.
Brasil cuenta con 6 regiones vitivinícolas bien definidas:
Vale do Sao Francisco: una región única en el mundo. Su clima subtropical y sus temperaturas anuales promedio que oscilan entre los 21.4 y 31° C permiten que se realicen 2 cosechas al año. La uva más plantada es la Moscatel.
Planalto Catarinense: región que se caracteriza por la altitud (900 -1400 msnm) permitiendo un interesante desarrollo y producción de vinos espumosos o dulces tipo passito e incluso icewine.
Río Grande do Sul: representa el 85% de producción de vino en Brasil y dentro de ella se encuentran las siguientes sub regiones:
Campos da Cima da Serra: zona con importantes rachas de viento y clima frío que obstaculizó la viticultura, gracias a la plantación de uvas híbridos hoy cuenta con una importante producción de vino.
Campanha: esta zona colinda al suroeste con Uruguay y al oeste con Argentina. Está viviendo un renacimiento de la viticultura.
Serra do Sudeste: la región ha experimentado un interesante crecimiento desde los años 70's. Su clima mucho menos extremo y su latitud (30° latitud sur) dentro de la franja del vino han permitido que la zona muestre su potencial vitivinícola.
Serra Gaúcha: sin duda, el corazón de la vitivinicultura brasileña. Sus paisajes recuerdan las colinas de la Toscana o el Piemonte. La gran mayoría de las bodegas se encuentran en esta zona. Es la región que alberga todas las indicaciones geográficas relacionadas a la producción de vino:
Denominación de Origen Vale dos Vinhedos: reconocida como Indicación Geográfica en 2002 y como Denominación de Origen en 2011. Producen vinos blancos a partir de la uva chardonnay, tintos de uva Merlot y espumosos exclusivamente elaborados bajo el método tradicional.
Indicación Geográfica o Indicación de Procedencia:
Pinto Bandeira
Altos Montes
Monte Belo do Sul
Farroupilha
Las variedades principales para las blancas son:
chardonnay
moscato blanco
riesling
En las tintas:
cabernet sauvignon
merlot
tannat
pinot noir (utilizada principalmente para elaborar los vinos espumosos que gozan de gran fama).
Poco a poco empieza a tener un gran impacto el tema del enoturismo con la creación de varias rutas por diferentes zonas del país, atrayendo un creciente turismo, pero aún es pronto para predecir el futuro del sector vinícola de Brasil, aunque lo que está claro es que está luchando por ser reconocido a nivel internacional y tener algo que decir en el mercado.
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